Así que hoy te paso estos pasos que son los que yo sigo diariamente, y en serio, desearía haber iniciado desde la adolescencia y no haberme expuesto tanto al sol y sin protección.
- Limpiar (mañana y noche): Remueve impurezas, grasa, células muertas, maquillaje.
- Exfoliar (noche, una vez por semana): Limpieza más a profundidad donde aparte de eliminar las células muertas, se estimula para producir más células y colágeno.
- Tonificar (mañana y noche): Retira perfectamente todos los residuos, nivela el PH y cierra el poro.
- Hidratar (mañana): Mantiene la piel saludable, bella y joven. Además aporta refuerzos para que la piel retenga humedad.
- Protección solar (mañanas): Evita que los rayos del sol provoquen manchas o daños a largo plazo.
- Nutrir (noches): Proveer vitaminas y minerales, restaura la piel y promueve la regeneración celular. Lo recomendable es usar un suero y crema de noche.
Siempre ten presente la siguiente información para elegir los productos más convenientes para tu piel:
- FPS: Para saber el tiempo máximo de protección solar debes multiplicar el número del protector por 10. Por ejemplo, si tu protector tiene un FPS de 15, se multiplica 15X10= 150 minutos, o 2.5 horas.
- Utiliza limpiadores para tu tipo de piel. Leche: piel seca. Gel: piel mixta o grasa.
- Si utilizas varias cremas (para cuidados especiales) aplícalas de la más ligera a la más espesa.
Recuerda que un rostro hermoso inicia con buenos hábitos, así que ¡a limpiar esa carita!